Estrategia Nacional de Movilidad Sostenible

En el marco de los acuerdos internacionales para la reducción de emisiones de GEI, Chile se comprometió a llegar a su máximo de emisiones anuales el año 2025, a no emitir más de 1100 MtCo2eq entre 2020 y 2030 (lo que se denomina “presupuesto de carbono”) y a no emitir más de 95 MtCo2eq en ese último año. Esto implica que el país debe hacer un
esfuerzo por reducir sus emisiones totales anuales en al menos un 24% respecto a lo emitido en 2018. Parte
importante de ese esfuerzo debe provenir desde el sector transporte y en particular de su componente urbana, lo que implica un desafío puesto que las emisiones de este sector han crecido a una tasa promedio anual de 7% desde 1990, con una ligera disminución a 4% en los últimos años.
Sin embargo, a pesar de su impacto en emisiones de GEI y cambio climático, la movilidad urbana es un elemento clave para el desarrollo económico y juega un rol importantísimo en la calidad de vida de las y los habitantes de las ciudades. La evolución de los sistemas de transporte urbanos debe apuntar no sólo a reducir emisiones, sino también a permitir un adecuado desarrollo económico y a dar un acceso equitativo a oportunidades en el territorio urbano,
contribuyendo a la equidad al mismo tiempo que se avanza hacia ciudades más eficientes, amables, integradas y accesibles.
Es en este contexto que se presenta esta Estrategia Nacional de Movilidad Urbana Sostenible (ENMS). La estrategia está compuesta por una visión, objetivos y medidas, y su rol es articular a los distintos actores que intervienen en este
ámbito, tanto públicos como privados, proponiendo una hoja de ruta que permita abordar las principales brechas y desafíos a enfrentar para avanzar hacia una movilidad sostenible en nuestras ciudades. Al mismo tiempo, la estrategia identifica los principales efectos esperados de cada medida y su potencial contribución a alcanzar los objetivos.

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